Salgo con alguien que también tiene hijos: 9 Tips que te ayudarán a crear vínculo en las familias enlazadas

Las nuevas realidades familiares llevan a que surjan parejas que aportan hijos de relaciones anteriores.  Son las familias enlazadas o reconstituidas. Pero, ¿cómo se crea el vínculo en las familias enlazadas?

¿Qué es una familia enlazada?

Cada vez hay más tipos de familia y lejos quedan ya los matrimonios con hijos para toda la vida. Ahora, si una pareja no funciona puede divorciarse y volver a rehacer su vida con otras personas que, en muchos casos, es probable que tengan hijos.

Es lo que se conoce como familia enlazada, reconstituida o ensamblada, cuando uno (o ambos) de los dos miembros de una pareja aportan hijos/as a la nueva familia que forman. E incluso después pueden tener hijos en común. Sin embargo, crear vínculo entre todos los miembros de la nueva familia no siempre es fácil y requiere de empatía y paciencia.

Pero si las relaciones entre hermanos con los mismos progenitores pueden llegar a ser complejas en muchas ocasiones, la falta de vínculo entre los hijos de diferentes progenitores y hacia la nueva pareja del progenitor, con los que no han convivido nunca ni han tenido ningún tipo de relación, puede llegar a convertir la nueva familia enlazada en todo un reto. Y aunque es difícil saber cómo será la relación entre los hijos no comunes, siempre podemos ayudar y preparar el terreno para que la convivencia sea lo mejor posible.

 

 

La edad de los peques juega un papel importante ya que no es lo mismo sin son muy pequeños o, por el contrario, se encuentran en etapas algo más complicadas como la adolescencia. En el primer caso, suele ser más fácil crear el vínculo.

Claves para crear vínculo en familias enlazadas

Si ya de por sí formar una familia puede resultar estresante y las dudas sobre su adaptación se multiplican cuando llegan nuevos hermanitos, estas pueden acrecentarse cuando se trata de hijos e hijas de diferentes progenitores.

Hay que enlazar dos familias que se crearon por separado y formar algo nuevo desde cero. En estas ocasiones, crear el vínculo en la familia enlazada puede requerir de algo más de esfuerzo. No solo entre los hijos e hijas, también entre los propios adultos, ya que es probable que tengan que ejercer en algún momento un papel destacado en la crianza de los peques de su pareja.

Así, los conflictos pueden surgir entre los hijos e hijas, que pueden terminar trasladándose y afectando a la propia pareja. Y es que, una mala gestión de los conflictos con los hijos, acabará con cada uno de los miembro protegiendo a sus propios vástagos.

 

 

Para evitar todo esto, ¿cómo podemos crear vínculo en familias enlazadas? Hay algunas recomendaciones que pueden ayudarnos.

1. Comunicación. La comunicación es clave siempre para evitar malos entendidos. Por ello, es importante que ambos miembros de la pareja establezcan qué papel se otorga en la crianza de los niños y niñas. Por regla general, las decisiones importantes deberían tomarlas siempre los progenitores biológicos, mientras que la nueva pareja puede tomar la iniciativa si está solo con los peques y no se puede posponer la decisión.
2. Empatía y respeto. La nueva relación debe establecerse desde el afecto, la empatía y el respeto a los peques.
3. Sentido de pertenencia. Los niños (y los adultos) necesitan sentirse parte del grupo para sentirse queridos, seguros y significativos. Por eso, en la nueva familia todos deben sentirse miembros del equipo.
4. Comprensión. Tu pareja y tú podéis pensar diferente en aspectos básicos como la alimentación o la educación. Por ello, es básico hablarlo y llegar a acuerdos para evitar que alguno de los dos sienta que todo se le cuestiona. Mientras, los peques pueden sentir nuevos miedos o celos ante la nueva figura que ocupa un lugar importante en la vida de su padre o de su madre. Por ello, hablar con ellos, comprender y validar sus emociones y ponernos en su lugar, va a ser clave para crear un buen vínculo en la familia enlazada.
5. Evitar las comparaciones (entre los hijos biológicos y los que no lo son).
6. Las presentaciones deben ser en terreno neutral. La primera impresión es muy importante y de ella va a depender en gran medida la relación que se establezca después. Por ello, la presentación con la “otra familia” debe ser en terreno neutral para que ninguna de las partes se sienta invadida.
7. Hay que llegar a acuerdos básicos sobre la convivencia y la educación para evitar diferenciaciones entre todos los miembros de la familia.
8. Dar tiempo. Los peques se ven obligados a vivir la nueva situación familiar, así que es importante no forzar ninguna situación. Es necesario tomarse el tiempo que haga falta para que cada miembro de la nueva familia se conozca, descubra qué tienen en común y vayan creando lazos de confianza.
9. Actividades en familia. Pasarlo bien con otra persona nos acerca y nos ayuda a forjar vínculos, a conocernos y a acumular experiencias positivas.

 

 

Por supuesto, también hay aspectos positivos en las familias enlazadas. En el caso de los hijos únicos, les ofrece la posibilidad de convivir con nuevos hermanos. Lo mismo ocurre en el caso de los adultos, si solo tenían un hijo, pero siempre quisieron más.

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